Guatemala. Ha publicado los libros de poesía Nocturnidad, Breves apuntes, Plural/Plurale e Itinerante. Ha sido publicado en diferentes antologías y revistas de Europa y América Latina. Ha participado en incontables ferias del libro, festivales internacionales de poesía, encuentros de escritores y congresos de poesía alrededor del mundo. Cofundador de los movimientos poéticos “Mesa de poesía” y “Tragaluz” en ciudad de Guatemala. En la actualidad reside en Roma, Italia.
Sobre la identidad literaria latinoamericana
El tema de la identidad en Latinoamérica es clave para la reflexión de su propio ser, de sus propios procesos y realidad. Es la amalgama de lo incierto, está en desarrollo.
Por sus características culturales, étnicas, lingüísticas e históricas en Latinoamérica la idea de civilización universal no encaja, se replantea. Es inválido interpretarla desde un sistema conceptual externo. Es una civilización mestiza, híbrida y sincrética. Brunner escribió: Las identidades latinoamericanas son las entidades que sólo existen según las formas como las contamos.
Es la conciencia del ser latinoamericano y propone pensar la identidad haciendo uso de lo más elemental y universal, el lenguaje. La narrativa como elemento de autorreflexión, la literatura como constructora de la identidad.
Desde las gestas independentistas (1810-1870) se pretendió describir y proponer una realidad considerada posible y que respondía a criterios de comprensión de ese momento histórico, sobria en el lenguaje y de un provincialismo de referente europeo.
En los años 40 se da el rompimiento con ese realismo y la literatura latinoamericana toma nuevas formas temáticas y lingüísticas llenas de americanismos, nace el realismo mágico. Ir a los orígenes, incluir las viejas tradiciones y mitología de los pueblos originarios. Ir a las fuentes dio inicio a la lucha por encontrar el yo latinoamericano, reafirmarlo mientras se plantea el conflicto con el lastre de la colonia y replantear los discursos fundacionales del período de una independencia nunca lograda sino cargada de criollismo con pretensiones de modernidad.
El realismo mágico crea una realidad caótica, contradictoria, incluye en la realidad elementos irreales, mágicos y fantásticos, amplificando así la realidad.
Los sesenta recuerdan las dictaduras militares, persecución, tortura y asesinato de intelectuales, artistas, sindicalistas, estudiantes. El exilio fue la única forma de preservar la vida. Nuevas reflexiones e interrogantes, denuncia y crítica política y social, reivindicación cultural y replanteamientos utópicos, alentados por la victoria de la revolución cubana, traen consigo el boom literario latinoamericano.
No se puede negar la creación literaria en Latinoamérica, porque ahí está, pero sí podríamos cuestionarnos sobre la idea de identidad y la de unidad en la diversidad. Existen las diferencias entre clases, etnias, la injusticia y la opresión ¿Entonces, por qué plantearnos soluciones desde un sistema conceptual europeo?
La literatura latinoamericana debe desarrollar un pensamiento filosófico propio mas no es posible si hay dependencia ideológica externa.
Leopoldo Zea Aguilar dice: El pensamiento filosófico es inherente al ser humano donde quiera que este se encuentre, y se despliega más allá de cualquier circunstancia por el sólo hecho de poseer un logos.
Planteó la unida partiendo del papel del hombre en la región aduciendo que los hechos históricos no son independientes a las ideas.
La literatura latinoamericana es constructora de la identidad, combina conciencia, tradición y realidad, afirma lo diferente y diverso nos permite entender la esencia de los seres que ocupamos un espacio en Latinoamérica.
Fotografía©Lorenzo Hernández